En caso de corte, rasguño o pinchazo, el cuidado adecuado de la herida es vital para garantizar una curación adecuada sin infección. Las heridas pueden producirse por diversos métodos, como por caídas, contacto con objetos afilados o tocar sustancias calientes. Algunas heridas son más grandes que otras, se encuentran más profundamente en el cuerpo o tal vez necesiten atención profesional. Esta es una guía muy útil para saber la forma correcta de cuidar los distintos tipos de heridas.
Diferentes tipos de heridas y cómo mantenerlas a salvo
Existen varios tipos de heridas y todas ellas requieren un tratamiento específico. Veamos algunos ejemplos para comprender mejor:
Lesiones externas: este es un tipo común de heridas que pueden ser tan comunes como rasguños o cortes. Siempre querrás mantener limpias estas heridas y también puedes querer cubrirlas con un cintas y vendajes, ya que estas heridas pueden ser bastante sensibles y estar expuestas a la suciedad y los gérmenes. Esto promueve una curación más rápida de la herida y la protege de infecciones.
Cortes o laceraciones: son heridas más graves, como punciones o incisiones grandes. Pueden penetrar la dermis y pueden requerir suturas o cinta adhesiva especial para sellarlas. Este tipo de heridas deben ser examinadas por un médico para recibir el tratamiento adecuado.
Quemaduras: Si se quema con algo caliente, como agua caliente o una llama, lávese inmediatamente con agua corriente.
Ampollas: Las ampollas pueden aparecer cuando la piel roza algo, como por ejemplo al usar zapatos nuevos. Deben mantenerse aseguradas y cubiertas con un cuidado avanzado de heridas para garantizar que no exploten.
El primer paso para tratar adecuadamente una herida y garantizar que sane sin complicaciones es determinar qué tipo de lesión tiene.
Guía para el cuidado de las heridas
El tratamiento de heridas consiste en cuidar una herida limpiándola y aplicando un ambiente húmedo para promover la curación y evitar que los gérmenes entren en el tejido. A continuación, se incluye algo que puede resultarle útil:
Recuerde lavarse las manos: asegúrese de lavarse bien las manos justo antes de tocar la herida.
Lavar la herida: Limpiar la herida con una solución limpiadora específica o con agua salina. Puede resultar útil un paño limpio o incluso un hisopo de algodón.
Aplicar ungüento antibiótico: Si es necesario, coloque ungüento antibiótico sobre la lesión para mantenerla hidratada y prevenir infecciones.
Cúbrelo con un apósito: Limpia y aplica un ungüento, luego cubre la herida con un apósito adecuado.
Elementos esenciales para el tratamiento de una herida
Además de estos pasos básicos, es posible que necesites algunos otros elementos según el tipo específico y la gravedad de la herida:
Medicamentos para aliviar el dolor: si la lesión es dolorosa, puedes usar analgésicos como paracetamol o ibuprofeno, que generalmente se consideran seguros en la mayoría de los casos si se usan siguiendo las instrucciones. Siempre pide ayuda a un adulto cuando tomes medicamentos.
Gasas esterilizadas: si tiene heridas más grandes, es posible que necesite gasas esterilizadas. Las gasas absorben la humedad que se desprende de la herida y la mantienen libre de suciedad.
Como cinta médica u otra especial. primeros auxilios y emergencias que apoyarán el cierre de la herida después de pequeñas cirugías, cortes profundos, etc. Ayudan a asegurar el apósito.
Compresas frías: también puedes usar una compresa fría para reducir la hinchazón de la herida y aliviar el dolor si es necesario. No olvides envolver la compresa fría en una toalla antes de colocarla sobre la piel.
Herramientas para el cuidado de heridas: elementos como pinzas, tijeras y guantes pueden ayudarle a tratar las heridas. Las tijeras cortan el vendaje a medida, mientras que las pinzas le ayudan a eliminar la suciedad o los residuos.
Reemplace el aderezo según la temporada
Este apósito debe cambiarse con frecuencia, especialmente si la herida continúa supurando o sangrando. Por lo tanto, al cambiar el apósito, podemos asegurarnos de que la zona de la herida permanezca limpia y libre de gérmenes que puedan entrar y, por lo tanto, de infecciones. Si se arriesga a cambiar el apósito usted mismo, estos son los pasos que puede seguir para mantenerse seguro:
Utilice la higiene de manos: como siempre, lávese las manos adecuadamente antes de tocar la herida o el vendaje.
Quitar el apósito viejo: Quitar el apósito viejo de forma que no se arroje a una bolsa de basura. Hacerlo con cuidado porque podría dañar la llaga.
Vuelva a esterilizar la herida: utilice nuevamente agua salina o una solución de limpieza específica para limpiar la herida y asegurarse de que aún esté higiénica.
Seque la zona con palmaditas: después de limpiar la herida, seque la zona con palmaditas con un pañuelo o un paño. Evite tocar la herida.
Colocar un vendaje nuevo: por último, aplicar un vendaje nuevo y asegurarlo con cinta adhesiva o curita adhesiva. Comprobar que quede bien ajustado, pero no demasiado apretado.
Tratamiento especializado para lesiones críticas
Otras heridas requieren un poco más de ayuda y un tratamiento especializado. Algunos otros métodos de nivel superior a los que los médicos pueden recurrir incluyen:
Terapia de presión negativa para heridas (por ejemplo, apósitos envasados al vacío): estos son tipos especiales de apósitos que aceleran el proceso de curación de las heridas. Utilizan tecnología de vacío (una máquina que crea un vacío sobre la herida, lo que permite succionar el líquido) para ayudar a la curación.
Terapia de Compresión: Para heridas como úlceras venosas Consiste en vendar o apósito la región en forma de presión para mejorar la circulación y minimizar la hinchazón.
Se trata de materiales especializados como el colágeno o la espuma que ayudan a que la herida cicatrice más rápidamente. Ayudan a mantener la herida húmeda y a promover la formación de tejido nuevo.
Por último, el cuidado adecuado de las diferentes heridas depende de la identificación del tipo de herida y de la protección que se le dé. El cuidado de la herida es fundamental: lave la zona y trátela si es necesario, cúbrala adecuadamente. El cambio frecuente de apósitos ayuda a prevenir infecciones en las heridas y facilita la cicatrización. Pero si tiene heridas profundas, es posible que necesite algunos tratamientos especializados. Conocer estos pasos puede ayudarle a sentirse preparado para ofrecer un cuidado óptimo de la herida.